martes, 31 de marzo de 2009

MANUEL AÑORVE: SU DESBORDADO PROTAGONISMO

Nada parece frenar al alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños, en su intención por acaparar todos los reflectores en Guerrero.
No hay día, ni hora, o fecha, que el súper ambicioso munícipe no aparezca en medios informativos, principalmente electrónicos e impresos.
La ambición de Añorve Baños, es rebasar en “rating” no sólo a su -¿todavía?- tutor político, Ángel Aguirre Rivero sino al propio gobernador Zeferino Torreblanca Galindo y a cuanto político se le ponga enfrente.
No escatima recursos el alcalde del puerto por salir todos los días en la prensa, y si es la de “ocho columnas”, mejor; lo importante para él, es estar en el candelero.
Añorve Baños, aparece mucho en medios de prensa como un personaje narcisista, que le rinde mucho culto a su personalidad.
En publicidad y promoción personal –disfrazadas de obras con un fin social-, el primer edil de Acapulco pretende asemejarse al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
La incesante difusión a cualquier obra pública del ayuntamiento de Acapulco y la implícita figura de Añorve Baños, ya rebasa no sólo a la que despliega el gobernador Torreblanca Galindo sino a su pariente, el senador Ángel Aguirre Rivero.
Manuel, seguramente ya tiene mucha prisa por catapultar su imagen política, no sólo en Acapulco sino a nivel estatal, con miras a la sucesión gubernamental. Pretende comerle el mandado al senador Aguirre Rivero.
Sin embargo, la carrera por la gubernatura de Guerrero todavía no arranca, pero Añorve Baños acelera los escenarios y tiempos políticos. No por mucho madrugar, amanece más temprano.
El munícipe del puerto, cegado por su desbordado triunfalismo ya también olvida presumir su “amiguismo” con Felipe Calderón, y rehusa guardar las formas; no oculta su ambición por ser inquilino de Casa Guerrero.